El rector Madueña: un litigante en problemas.

Por : Ricardo Espinosa de los Monteros Zazueta.
Imagen: Cortesía
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Culiacán, Sinaloa.- El rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, no es un perseguido político . La máxima autoridad de la UAS es un litigante con serios problemas en su defensa jurídica y moral. Por su propio pie se metió entre las patas de un caballo que ya lo empieza a machacar. El alegato monocorde, mono argumental, que el Congreso del Estado trata de violar la autonomía de nuestra máxima casa de estudios, no se lo creen ni en su casa. Arquitecto de su propia desgracia moral, Madueña delira llamándose perseguido político cuando pesan sobre el y su comité de adquisiciones 9 denuncias penales cuya solidez jurídica esta a la vista del público, revelando enormes evidencias de corrupción propia y de su claque, y de esto el rector litigante , no ha dicho nunca esta boca es mía. Ni siquiera de forma tangencial Madueña se ha referido a ninguno de los casos de corrupción por los que se le acusa con pruebas indubitables de un fraude de mas de 500 millones de pesos.

Cuando todos pensábamos que este vergonzoso asunto de fraude y malversación estaba llegando a un posible arreglo entre las partes, que evitara un enjuiciamiento penal, Madueña decidió apretar el acelerador al precipicio de las causas criminales que más temprano que tarde lo defenestraran, de eso no queda ninguna duda. La ruta que el rector escogió es la del suicidio político y moral.

Son tan voluminosas y contundentes las evidencias de fraude y de ejercicio irregular de sus funciones, que hasta el ex rector Juan Eulogio Guerra Liera, salió al paso para solicitarle que abriera un frente de negociación con el Congreso del Estado a fin de lograr una renovación estructural de la gobernanza universitaria y de paso, le pidió a Madueña que permitiera las auditorías que la sociedad sinaloense exige con carácter de urgencia sobre los recursos del pueblo. Pero Madueña en su papel de víctima ( propiciatoria) pretende inmolarse en la piedra nada sagrada de la hipocresía. Tratando de detener el flujo de la justicia administrativa y constitucional, para implementar los dispositivos que el Sistema Nacional Anticorrupción ha instituido para todas las instituciones autónomas del estado nacional y subnacional, perversamente obligaron a cientos de universitarios a interponer amparos con el único objetivo de impedir el imperio de la ley y la justicia. Esos amparos de naturaleza eminentemente dilatoria y fabricados de forma industrial, con los mismos argumentos y sólo cambiando el nombre de los promotores, hoy están siendo negados en forma de sobreseimiento, por no existir ninguna afectación a los que lo promovieron. Pero como el insumo narrativo de Madueña y sus corifeos, es la mentira rampante, será practicamente imposible que se retracten de su perversa estrategia distractora. Así las cosas, no queda mas que esperar que los expedientes penales se judicialicen con las concomitantes ordenes de aprensión, a la par de las medidas cautelares que dictarán en contra del rector litigante, y que eventualmente derivarán en la suspensión de sus actividades en la rectoría de la UAS. Por que ante las acciones penales que cursan en su contra no habrá autonomía universitaria que lo salve de ese trágico e irremediable fin. La soberbia o la hubris como llamaban los griegos a la arrogancia prepotente de quién se siente tocado por lo dioses hizo su trabajo de forma puntual. Los dioses del olimpo la instituyeron como castigo a las pequeñas almas. Ya es muy tarde para pedir clemencia. La rueda de la justicia es implacable. Hubo sobreavisos, muchos, lo que no hubo, fueron engaños. Se cumplirá penosamente el muy mexicano dictum: el que por su gusto es guey, hasta la coyunda lame.

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