México.-La despedida de Daddy Yankee, un ícono del reguetón, resonó en el mundo musical como un terremoto emocional. El colosal concierto «La Meta» marcó un cierre crucial en la trayectoria del artista, quien, en un gesto inesperado, anunció su retiro de la música para adentrarse en una nueva odisea, esta vez, dedicada a la fe y al sendero espiritual.
Frente a una marea de seguidores en el Coliseo de Puerto Rico, Ramón Luis Ayala Rodríguez, conocido como Daddy Yankee, reveló que aquel día se tornaba transcendental en su existencia. «Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia», enfatizó el artista, demostrando su determinación en buscar un propósito más significativo en su vida. Compartiendo su reflexión sobre la búsqueda de un significado más profundo, citando textos bíblicos, el cantante concluyó su actuación invitando a la audiencia a seguir el camino de Jesucristo, subrayando que «Él es el camino, la verdad y la vida».
Esta transición marca no solo el adiós a una exitosa carrera musical, sino también el inicio de una etapa centrada en compartir su fe y en transmitir un mensaje de esperanza y redención a través de los medios que moldearon su camino en la industria artística.
Si no también el inicio de una etapa centrada en compartir su fe y en transmitir un mensaje de esperanza y redención a través de los medios que moldearon su camino en la industria artística.