México.-En el contexto de una sociedad cada vez más consciente de la importancia de la inclusión, una idea excepcional ha surgido para respaldar a los niños con autismo durante la festividad de Halloween.
En octubre de 2019, una madre con un hijo no verbal diagnosticado con autismo propuso el uso de calabazas de color azul como un símbolo que indicara la condición de autismo de los niños al salir a pedir dulces durante esta celebración. Esta innovadora propuesta busca eliminar la necesidad de que estos niños pronuncien el tradicional «truco o trato», una dificultad que muchos de ellos enfrentan, y ofrece una experiencia más inclusiva y libre de presiones.
La iniciativa, conocida como la «calabaza azul», ha ganado reconocimiento y apoyo, brindando una manera cariñosa y respetuosa de disfrutar Halloween, al mismo tiempo que se fomenta la aceptación y la comprensión del autismo.
Estas calabazas azules pueden adquirirse en tiendas de temporada o personalizarse pintando canastos de calabaza regulares, lo que facilita su incorporación en la festividad.
Más allá de su utilidad práctica, esta estrategia es un recordatorio conmovedor de la importancia de la empatía y la sensibilidad hacia las necesidades especiales de los niños con autismo, contribuyendo al objetivo de una sociedad más inclusiva y diversa.
