Del corazón de Los Mochis al Museo Soumaya: El Señor de los Cintos, un personaje que trascendió fronteras
Los Mochis, Sinaloa.
Luis Santana, mejor conocido como El Señor de los Cintos, uno de los personajes más queridos y emblemáticos de las calles de Los Mochis, falleció recientemente, dejando una huella imborrable en la memoria colectiva de la ciudad.
Luis no solo fue un trabajador incansable, con sus cintos al hombro y una sonrisa amable para quienes se cruzaban en su camino, sino que, sin saberlo, su imagen llegó mucho más lejos de lo que quizá él mismo imaginó.
En 2017, Jesús Velázquez, un joven estudiante de fotografía, tuvo un encuentro que cambiaría su vida. Mientras realizaba un trabajo para la universidad, nervioso por enfrentarse por primera vez a la fotografía callejera, se atrevió a pedirle a Luis que posara para su cámara.
“Fue la primera vez que hacía fotos callejeras. Me acerqué con mucha timidez a pedirle permiso y, con gran amabilidad, él aceptó”, recuerda Jesús.
Aquella fotografía capturó mucho más que la imagen de un vendedor mochitense; capturó la esencia de un personaje que, sin buscarlo, terminó por romper las fronteras de su ciudad. Ese retrato le permitió a Jesús ganar un concurso y, lo más sorprendente, exponer la fotografía en uno de los museos más importantes de México: el Museo Soumaya en la Ciudad de México.
“No sé si el Señor de los Cintos supo que su retrato llegó tan lejos, pero gracias a esa foto, mucha más gente pudo conocerlo y admirarlo”, expresó Jesús.
Hoy, mientras Los Mochis despide a este entrañable personaje, queda el consuelo de saber que Luis Santana llegó más allá de las calles que recorrió. Su historia, su trabajo y su imagen trascendieron, y ahora forman parte del recuerdo colectivo no solo de una ciudad, sino de todos aquellos que vieron su fotografía en uno de los recintos culturales más importantes del país.
Jesús Velázquez también envió un mensaje para la familia de Luis Santana:
“Si la familia del señor encuentra esta publicación y desea las fotos en alta resolución, me encantaría poder entregárselas.”
Descanse en paz, Luis Santana, el Señor de los Cintos. Un hombre que, sin buscarlo, llegó hasta el Museo Soumaya