Los Mochis, Sinaloa.- El huracán Norma ha dejado una profunda huella con el cierre de 129 planteles educativos como uno de los resultados más visibles.
Las inundaciones provocadas por la tormenta han sumido a estas escuelas en una situación de inactividad, ya que las aulas y las instalaciones se encuentran en condiciones precarias. La comunidad educativa, compuesta por padres de familia y maestros, ha unido fuerzas para llevar a cabo labores de limpieza y restauración en las escuelas afectadas, pero la magnitud del desafío es significativa.
Alejandro Brito, director de la Secretaría de Educación Pública y Cultura (SepyC) en Sinaloa, ha destacado la colaboración ejemplar de la comunidad y expresó su esperanza de que en la próxima semana, el 100 por ciento de las escuelas puedan reanudar las clases presenciales.

La seguridad y el bienestar de los alumnos siguen siendo una prioridad, lo que ha llevado a la necesidad de fumigar las instalaciones escolares para abordar el problema de los mosquitos y garantizar un entorno saludable en las escuelas antes de que los estudiantes puedan regresar a las aulas. A pesar de los desafíos, la resiliencia de la comunidad educativa se ha destacado como un faro de esperanza en medio de la adversidad.